Si tenéis un perro en casa pensad que él no es una propiedad vuestra, es un ser vivo que tenéis en custodia, y por tanto tenéis la obligación de facilitarle el mayor confort y el mayor nivel de vida. Para orientaros si sois principiantes en la custodia del perro o para refrescar la memoria a los veteranos, os facilitamos un decálogo de buenas prácticas y unos consejos que siempre son útiles en momentos determinados.
DECÁLOGO
Primero: querrás a tu perro sobre todas las cosas.
Es evidente que tomar la decisión de adquirir un perro exige mucha responsabilidad. Un perro, de la misma manera que las personas, necesita cariño y un cuidado constante. Pasa a ser un miembro más de la familia, diferente, pero uno más.
Segundo: para que te pueda hacer caso, un nombre corto le has de poner.
El nombre del pero ha de ser corto entre 5 y 6 letras como mucho. De esta manera el perro lo sentirá como un único sonido, sin dificultad en el momento de interpretar la llamada o la orden del amo. Si habéis adquirido un cachorro con pedigrí, intentad poneros de acuerdo con el criador para que adopte el nombre que queréis.
Tercero: cuidarás su alimentación con constancia.
Un perro adulto ha de comer como mínimo una vez al día y como máximo tres veces al día. Es ideal darle dos veces de comer, por la mañana y por la tarde. La cantidad que se ha de suministrar varía en función del peso del perro. Cada fabricante de pienso especializados para perros incluye una tabla con las cantidades recomendadas, leerlas y procurad seguirlas Darle mucho pienso no hará que el perro esté más sano. Si tenéis dudas consultar al veterinario.
Cuarto: lo vacunarás cada año y lo desparasitarás regularmente.
Es conveniente llevar la cartilla de vacunación y desparasitaciones al día. También tenéis que llevar el perro identificado con su número microchip, muy bien detallado a la cartilla que os facilitará el veterinario al comenzar la vacunación. Si el cachorro ha estado criado por nosotros, ya lo entregamos vacunado, con la cartilla al día y el microchip colocado. Conservad la cartilla toda la vida del perro y cumplir los programas de vacunación con esmero. Per precaución aún que en Catalunya, Navarra y Galicia no sea obligatoria la vacuna de la rabia, ponedles la vacuna.
Quinto: en caso de enfermedad, inmediatamente a tu veterinario irás.
Cuando notéis cualquier síntoma diferente en el perro, decaimiento, vómitos, falta de apetito, diarreas, o comportamientos no habituales, no dudéis nada, llevarlo inmediatamente al veterinario. Más vale prevenir que curar y el veterinario es el mejor profesional para daros consejos sobre la salud de vuestro perro.
Sexto: cuando tu perro salgas a pasear, nunca permitirás que con otros perros se pelee.
La normativa legal obliga a pasearlos con collar y correa en zonas urbanas. Si es de los relacionados como potencialmente peligroso ya sabes que también ha de llevar bozal, un seguro de responsabilidad civil y tener una licencia de tu ayuntamiento y estar inscrito en el registre de perros peligrosos. En zona rural o en campo abierto tú conoces mejor que nadie a tu perro y ya sabrás con buen criterio que medida adoptar en cada situación. Si utilizas la correa extensible tendrás que extremar las precauciones.
Séptimo: lo bañarás, cepillarás y con mucho cariño de su higiene cuidarás.
Existen en el mercado muchos tipos de champús, cremas suavizantes, peines y todo tipo de insecticidas, pera todo tipo de parásitos externos, utilízalos y tendrás tu perro elegante y vigoroso. Si el perro es de cría nuestra ya tienes información sobre los productos más indicados que has de utilizar, y si no pregunta al criador, que mejor que el criador de tu perro, o a tu veterinario, o en tiendas especializadas.
Octavo: buenos hábitos aprenderá y con papel de diario le enseñarás.
Para enseñar a tu perro el lugar donde ha de hacer sus deposiciones, puedes apoyarte con papel de diario o cualquier otro elemento, para indicarle el lugar exacto a donde tiene que ir. Ten paciencia con el cachorro, moja el papel de diario con un pis de tu perro y lo colocas donde quieras que realice sus necesidades. Poco a poco verás como el perro cumple y sin necesidad de castigarlo o gritarlo. Recuerda que los perros funcionan por instintos.
Noveno: por vacaciones viajarás, pero tu perro no abandonarás.
Muchas veces cuando salimos de vacaciones nos encontramos con el problema que nuestros perros no son admitidos en la mayoría de los establecimientos de turismo. Si no tienes una alternativa, dispones de una oferta muy extensa de hoteles y residencias caninas donde tu perro podrá disfrutar de unas buenas vacaciones correctamente atendido y con todas las garantías. Utilízalos, la nuestra está a tu disposición. No seas de los que abandonan el perro en lugares lejanos, piensa que es parte de tu familia.
Decimo: Nunca olvidarás que siempre tu mejor amigo será.
En cualquier estado de ánimo (alegre o triste, contento o enfadado) tu perro siempre te acompañará. Nunca te pedirá explicaciones, hagas lo que hagas, con su mirada te apoyará. Dale una gran amistad que nunca te arrepentirás